Después la frontera, entramos en el parque nacional Chacabuco. El paisaje se rápidamente volvió más verde, terminado las inmensas llanuras  de estepa. Fuimos en el pueblito de Cochrane para hacer algunas compras  para la comida de Navidad y encontramos allí en un pequeño supermercado… Monique y André, nuestros amigos belgas. Un mes que no nos habíamos visto, teníamos muchas cosas a contarnos. Decidimos celebrar navidad juntos en un lugar agradable.

Nos instalemos en un terreno de un hotel al borde del Lago General Carrera. Así podemos aprovechar de los instalaciones y actividad que proponía el hotel: wifi, hot tub (estanque de agua caliente con vista en un lago), volver a subir un rio con jet boat con muchos rápidos para ir a ver un glaciar que nuestro no podemos alcanzar por culpa de viento, restaurante… Auténticas vacaciones. 

Pasamos un muy bueno Nochebuena, al menú, ensalada, pinchos de cordero, patata sofrita, brazo de gitano en chocolate blanco – calafate (una baya de aquí parecida al arándano), regado de Gigondas. El papa Noel encontró nuestra casa rodante gracias a Cléa que  él escribió una letra y anoto como dirección: casa rodante. Las hijas fueron muy mimadas (joyas, perfume, flauta de pan, caña de pesca, lápiz, orden de compra Amazon y también Lego Friends. 

Continuamos después nuestro remonte verso el norte. Atravesamos paisajes magníficos: lagos y ríos azul turquesa, glaciares, flores de todos colores. 

Fuimos a ver pinturas rupestres que fechen de 1000 años antes cristo: manos en negativo y positivo. Los investigadores siempre no saben porque los indios Tehuelches pintaban esto, los chilenos construyen además un centro de investigación al pie de las pinturas. El lugar que es clasificado Monumento Nacional era bonito pero había pocas pinturas, estuvimos un poco decepcionados. 

Después nos paramos en la Reserva Nacional Cerro Castillo, un bonito camping debajo los arboles (esto hace bien de encontrar la vegetación). Las hijas aprovecharon para construir una cabaña y después por hacer mucho CNED porque se echó a llover. En efecto, estamos en una de zonas más lluviosa de la planeta, lo que engendra una vegetación magnifica. En general, las lluvias se calman un poco en verano pero este año el primavera se eterniza así que en programa lluvia y frio (6 grado por la mañana).

Nos paramos en Coyhaique, una ciudad de 50 000 habitantes, la capital de la provincia en la que nos encontramos. Al programa todos los placeres de la ciudad: compras, lavandería, recambio de gas pero también y era mucho mejor: pizzería (encontramos por fin buenas pizzas en América del sur) y biblioteca (las hijas eran encantabas de encontrar una biblioteca como en Francia y una de las bibliotecarias fue muy gentil, ofreció un juego de memoria a las hijas, les leyó un libro…) 

Luego fuimos en otra reserva nacional: La Reserva Nacional Rio Simpson, con paisajes siempre también bonitos y con siempre tanta lluvia. El año nuevo fue… Lluvioso! Lo celebramos en un camping de la reserva, sus propietarios tuvieron la buena idea de construir quinchos cerrados: en los campings a menudo hay un refugio con una mesa: el quincho, pero allí, había totalmente una habitación de 25 m² con mesas y chimenea. Sitio para bailar! Cenamos de nochevieja con una pareja de francés que hace también américa del sur pero al pie, en parar, y en bus. Al menú un auténtico festín de cena de nochevieja: hamburguesas (Al fuego de leña), papas fritas y helado.

Circulamos desde Cochrane sobre la Carretera Austral. Es una ruta bastante reciente, tiene sólo 30 años. Todavía es de la pista casi toda parte, hace falta decir que no fue fácil a construir: está a costado de colina la mayoría parte de las veces y traversa zonas donde crece una verdadera selva como en el parque nacional Queulat.

Nos paramos en este parque, reino de la vegetación. Hicimos una marcha a través una selva muy densa, era realmente muy bonito, había numerosas plantas y flores que jamás vimos antes, lianas para jugar a Tarzan, pequeñas aves multicolores.

Luego 2 horas de empinare, llegamos a un punto de vista sobre un glaciar. El agua que se vertía del glaciar en cascadas parecía correr al ralentí. No hacía muy calor (14°C) sin embargo asombramos de ver un glaciar en plena jungla.

Luego 2 días en el parque Queulat, perseguimos  nuestro ruta y allí, gañamos un récord de velocidad: 150 kilómetros en 6 horas! En efecto, sobre más de 100 kilómetros, la Carretera Austral es en obras, incluso el domingo! Centenas de personajes trabajan para la ampliar y un día alquitranarla, en esperando, hay muchas piedras sobre la ruta y de numeroso cordón de carretera para obras.  

Nos paramos al borde de un rio, al principio de un paseo para ir a ver un glaciar. El paseo fue bien guay incluso si el camino no fue siempre muy bien despejado. Jugamos a los exploradores !  

Algunos kilómetros de pista luego la Carretera Austral volvió una ruta muy hermosa alquitranada. Qué bien!

A 5 kilómetros de la ruta principal, termas: las termas del Amarillo, así como adoramos las termas fuimos a hacer una pequeña zambullida. Una hermosa pileta con agua a 40°C en la selva. Un placer!  

El día siguiente, fuimos en un pueblito de Chaiten que sepultó debajo las cenizas de volcán del mismo nombre en 2008. En efecto, hay 5 años, este volcán, que todo el mundo creía apagado se despertó y escupió columnas de cenizas de una veintena de kilómetros de altura. Este pueblo es bastante extraño, numerosas casas abandonaron, pero muchas otras fuimos reconstituidas y la vida reemprendió su curso. En este pueblo tuvimos el mejor wifi libre que nunca teníamos en la América del sur.

Fuimos acampar sobre la playita de Santa Bárbara (como nosotros, sé que volvéis a coger todos en corazón: "Santa Bárbara,  me dirás, por qué…"). Sin embargo, no Joe ni de Kelly sobre esta playa de arena negra pero algunos lobos marinos a lo lejos. A la tarde, bronceado. Las chicas hicieron una prueba de baño de pies pero el agua era tan fría que esta no duró mucho tiempo.

Luego fuimos en el parque Pumalin. Un parque inmenso que pertenece al muy rico americano Douglas Tompkins (fundador de Northface y Esprit). Compró este parque para preservar la selva húmida de Patagonia y que esta no sea en las manos de los explotadores forestales. El volcán Chaiten es en este parque, así vimos las huellas de su erupción sobre la vegetación, era impresionante. 

Los senderos del parque son muy bien mantenidos. Tomamos uno que llevamos a los pies de los alerces, árboles milenarios que estuvieron a punto de desaparecer porque su madera es muy resistente al agua pero son en adelante protegidos. 

Dormimos cerca de una pequeña tienda que vende verduras, huevos, miel y pan producidos en el mismo lugar. Fuimos incluso coger nuestra ensalada en el hermoso jardín (perdido en medio de la selva). Así tuvimos derecho a un verdadero festín para la cena y el desayuno.

Luego tomamos dos transbordadores porque la ruta es bimodal: un poco de ruta, un poco de barco. Navegamos en los fiordos  durante 5 horas: montañas, volcán, cataratas, islas y de muy numerosas ganaderías de salmones. 

El secundo transbordador nos llevó hasta Hornopiren, un pueblito al pie del volcán del mismo nombre. Circulamos unos kilómetros para vivaquear sobre la playa de un pueblo de pescadores: Punta Quillon. Este pueblo nos gustó mucho : tranquilidad, pescado a un precio desafiando toda competencia (2,50€ el kilo), bonita pequeña iglesia de madera, ovejas viniendo pacer por la mañana  delante de la casa rodante y delfines viniendo nadar al borde del agua … En cambio, imposible bañarse, el agua es glacial. 

 Un tercero transbordador luego dejamos el ripio y nos encontramos une hermosa ruta para ir a Puerto Montt, una grande ciudad. Y allí, fuimos en una tienda que faltaba mucho a Max… (¡Sé que Raph y Sam encontraron!) ¡El Leroy Merlin local!

En efecto, queríamos hacer algunos acondicionamientos suplementarios en el compartimiento para poder salir más fácilmente la mesa y las sillas, entonces nos hacía falta todo el material necesario. Buscábamos un lugar bien y tranquilo para hacer nuestros trabajos. En esta región muy turística no fue cosa fácil sin embargo encontramos, por fin,  un lugar bien y tranquilo: el estacionamiento del cable carril del volcán Osorno, sobre el volcán, a 1200 metros de altitud.

La chicas eran un poco inquietas por dormir sobre un volcán pero no de despertó desde 1835. Había gente en la tarde pero la mañana era tranquila y tuvimos derecho a una magnifica puesta del sol para solamente nosotros. Así que hicimos nuestros acondicionamientos con viste sobre el volcán.

 Hay más desagradable como lugar de trabajo. 

El día siguiente aprovechamos del lugar. Subimos a 1600 metros con el cable carril. Como había de la nieve las chicas hicieron del trineo, en camiseta! Pues Max y las chicas descendieron hasta el estacionamiento en tirolesa. 4 tirolesas entre 200 y 480 metros cada una, buenas sensaciones. 

Como Chile es un país que no es muy ancho, después la montaña, dirección el mar. Nuestros guías nos aseguraban de encontrar playita aisladas teníamos gañías de tranquilidad entonces volamos. Desgraciadamente, las playas aisladas eran inaccesibles en casa rodante según los policías porque la ruta es muy estrecha y en costada de colina y que hay una pendiente muy fuerte para acceder a la playa…pero no pudimos testar porque llegamos delante un puente prohibido a más de 2 toneladas y pesamos más de 4! Buen, luego miramos buses pasar arriba pero con lo que dijeron los carabineros, no probamos. Así que dormimos sobre un estacionamiento de la playa en una pequeña ciudad.

El vivaque no era súper pero la playa era bonita. Hacía casi 30°C  entonces las chicas se bañaron aunque si el agua era siempre tan fría. 

No nos quedamos más tiempo sobre este estacionamiento y regresamos en… la montaña.

Queríamos ir al borde del lago Puyehue pero al Chile, no hay ley litoral o entonces no lo es respetada, imposible de encontrar un acceso a una playa, todo es privado, fuimos obligados de dormir en un camping. Zonas mucha turística no es demasiado nuestro chisme, además, es las grandes vacaciones aquí y así que hay mucha gente. Así que regresamos en Argentina para encontrar lugares más tranquilos.

Sobre la ruta, compramos cerezas y frambuesas. Estoy seguro que hay envidiosos! Tenemos todo comido rápidamente porque es imposible de pasar la frontera con frutas.